Asociación Cultural Hijos de La Vereda

Bienvenidos a este blog sobre La Vereda, Matallana y El Vado, pueblos de la provincia castellana de Guadalajara.



Desde aquí podrás conocer aspectos de la geografía, historia, arquitectura popular y cultura tradicional de estos bellos pueblos de la Sierra de Guadalajara.


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jueves, 8 de marzo de 2012

PLANIMETRÍA DE LA VEREDA

Plano actual de La Vereda

Plano de La Vereda, 1895

Imágen aérea de La Vereda, 2010, desde el norte
La imagen que nos muestra La Vereda desde el aire descubre su asentamiento en una leve planicie al pie de una colina de tamaño intermedio (Las Mesas), tras la cual se precipita en una abrupta hoz hacia el arroyo Vallosera, dominando dicho espolón todo el valle desde La Cerrada y La Tornera hasta las serranías de Tamajón.
En los planos y la foto aérea aparece claramente definido el núcleo fundamental y primigenio de La Vereda, con el abirragamiento de las principales edificaciones destinadas a vivienda en torno a una plaza, la de Oriente, como punto de inicio o final del camino principal a El Vado, y a La Fuente, pozo excavado sobre la pizarra viva que nunca se ha secado según los vecinos. En el extremo primitivo de la aldea, la ermita de Ntra. Sra. de la Concepción, antes de San Bartolomé, en el sitio denominado precisamente El Llanete, y donde se inician los caminos hacia Matallana a través de La Calleja. Junto a la Ermita, el llamado Juego de Bolos, juego que desaparecido a principios del siglo XX en estas tierras, ha permanecido en la toponimia de la zona. No hay que olvidar, aunque también haya desaparecido, la existencia hasta hace pocos años frente al portalillo de la iglesia del viejo olmo donde se reunían los vecinos en las fiestas de San Pedro.
Este núcleo primitivo se expande en primer lugar en una ligera meseta hacia el sur, mediante edificaciones de carácter comunal y auxiliares, curiosamente divididas según su uso: la Casa de Villa y la Escuela junto a los Olmos de las Eras; en el Hondón de los Pajares, los edificios para guardar el forraje, y en Las Cortes, las cochiqueras ("cortes") para guardar los gorrinos. Las "casillas", destinadas a guardar el ganado cabrío, aparecen principalmente en un segundo núcleo más allá del Barranco de las Pizuelas (pozas pequeñas), en el llamado Barrio de Arriba. En dicho barrio, por la expansión demográfica, también aparecen diversas viviendas, pero en pequeños núcleos dispersos.
Entre estas dos formaciones de viviendas aparecen cuatro zonas destinadas a eras, como son los Olmos de las Eras y las Eras de la Carrasca, en el núcleo principal, y las Eras de las Salegas y de la Tejuela en el Barrio de Arriba, todas ellas empedradas o aplanadas y aterrazadas mediante pico en las propias peñas de pizarra. En medio de ambos núcleos, una zona de huertos de regadío, Huertos de las Pizuelas, y al este de la población, en una larga cuesta, el Piazo Chico o Pedazo de La Vereda, destinado a huertos más bien de secano. En su extremo aparece La Carrasca, viejo encinar junto al camino procedente de El Vado destinado a poder disponer de leña cerca de las viviendas. Al norte una serie de prados o "arrenes" destinadas a pastos de forraje de ganado, que en el siglo XIX fueron denominadas "de la Virgen" tras las Desamortizaciones.
El Hóndón de los Pajares, Las Cortes, Las Salegas, La Callejuela y Las Pizuelas aparecen ya mencionados en el Catastro de Ensenada de 1752. En este sentido si repasamos los datos de este Catastro de 1752 y el Censo de Vecindario de 1591, se comprueba que si en 1752 había 29 vecinos y en 1591 se inscribían 25 vecinos, se puede considerar que a finales del siglo XVI ya estaba configurado el casco urbano de La Vereda tal y como lo conocemos prácticamente hoy en día, confirmado por el plano conservado de 1895.
En total existen 6 edificios públicos o de uso comunal (Casa de Villa, Casa del Secretario, Fragua, Escuela y Casa del Maestro y la Ermita o Iglesia de Ntra. Sra. de la Inmaculada Concepción). Fuera de plano se sitúa El Molino, junto al Arroyo Vallosera. Aparecen 32 edificios destinados a vivienda, 68 edificios destinados a casillas de ganado y pajares, y 15 pequeñas construcciones destinadas a cortes para cochinos.
Como curiosidad urbanística, una historia o leyenda largamente repetida entre los vecinos más mayores de La Vereda: "el deseo de los romanos de realizar un gran puente que desde Collado Hontanar, junto a Sierra Elvira, cruzara todo el valle de Vallosera hasta el Hondón de los Pajares, y comunicara La Vereda con el camino a Valdesotos, y desde allí con la campiña de la Tierra de Uceda". ¿Verdad o mera leyenda?

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